Instintos básicos vs normas reguladoras
Trujillanos FC ha sido advertido por el Consejo de Honor de la FVF debido a incidentes ocurridos en el partido frente a Estudiantes de Mérida, y objetos lanzados al campo de juego en el partido contra Deportivo Táchira.
El Consejo de Honor exige al Trujillanos FC extremar las medidas de seguridad para que no vuelvan a suscitarse eventos que atentan contra la seguridad y el buen espectáculo.
Por supuesto no estamos de acuerdo con las manifestaciones violentas. Pero el Consejo de Honor de la FVF debería analizar todas las razones que generaron estos hechos. Hacerlo es sano, pues es el punto de partida para solucionar. La mera imposición, irracional y unilateral, puede tornarse represiva –desde la óptica de los aficionados- y por tanto, en vez de llegar a una solución puede convertirse en un detonante.
¿Qué ha ocurrido en el José Alberto Pérez de Valera durante esas dos fechas?. Muchos dirán: Trujillanos FC perdió y la afición está molesta. Y claro, es una de las razones. Pero quien piense que esta es la única razón, también está equivocado y puede estar cometiendo una peligrosa ligereza.
No queremos que alguien pueda interpretar que estamos tratando de buscar excusas para explicar el mal arranque del amarillo y razón. Seguro hay razones, pero son otras y muy distintas a las que acá se exponen.
En el partido frente a Estudiantes de Mérida hubo un arbitraje tendencioso. Si, los videos lo muestran. Los hemos revisado una y otra vez antes de atrevernos a realizar este señalamiento en contra del cuerpo encargado de impartir justicia. Entre otra acciones, el video muestra de manera clara e inobjetable un penal no sentenciado por el juez principal Rafael López –uno de los mejores del país- y que de haber sido con justicia señalado hubiese permitido que el encuentro quedase como mínimo igualado. La molestia general quedó ahí, comprimida.
Llegó el partido contra Deportivo Táchira y aunque reconocemos que los aurinegros lo ganaron en la cancha porque supieron hacer las cosas y no cometieron los errores nuestros, también es importante hacer referencia a la actuación del juez Mayker Gómez. Quedaron muchas dudas. Sobre todo a la hora de amonestar con las tarjetas amarilla o roja. Mucha rigurosidad con los nuestros. Brazo menos firme con el rival.
Y por si fuera poco, se presenta el tema de la barra visitante. Es obligación brindar seguridad a los visitantes. Lo exigen las normas reguladoras. Pero muchas veces esos visitantes se amparan en que cualquier suceso perjudica al local y no a ellos, para ofender, vejar, provocar y hasta humillar a los aficionados de casa.
Es parte del fútbol, si. Pero es instinto básico del ser humano defenderse ante una humillación. Más, en su propia casa.
¿Qué hacer?. ¿Qué debe hacer la FVF?. ¿Qué debe hacer el Consejo de Honor?. ¿Hasta cuándo pueden los seres humanos reprimir sus instintos más básicos sin actuar?. ¿Acaso no debe existir algún mecanismo, alguna norma, que impida los cantos ofensivos, burlescos y groseros de la hinchada visitante?.
La afición trujillana está molesta. Se siente injustamente tratada por el arbitraje y ofendida por la permisividad. Todos los que hemos crecido en el mundo del fútbol hemos escuchado esta frase: la casa se respeta.
Caminamos sobre una delgada línea. Al borde de la cornisa. Con el dedo frotando el gatillo. La seguridad seguramente será reforzada. Trujillanos FC cumplirá su responsabilidad. La afición nuestra se comportará como es debido para no perjudicar a su equipo. ¿Qué harán los demás actores?. ¿Cómo se comportará el arbitraje?. ¿Se permitirán de nuevo los cantos grotescamente ofensivos de la hinchada visitante?. Que esos actores también cumplan su responsabilidad porque llegado un momento, los instintos básicos del ser humano buscan el respeto que las leyes y las actuaciones a veces no les dan. Y algo está claro en este deporte: la casa se respeta.
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El Consejo de Honor exige al Trujillanos FC extremar las medidas de seguridad para que no vuelvan a suscitarse eventos que atentan contra la seguridad y el buen espectáculo.
Por supuesto no estamos de acuerdo con las manifestaciones violentas. Pero el Consejo de Honor de la FVF debería analizar todas las razones que generaron estos hechos. Hacerlo es sano, pues es el punto de partida para solucionar. La mera imposición, irracional y unilateral, puede tornarse represiva –desde la óptica de los aficionados- y por tanto, en vez de llegar a una solución puede convertirse en un detonante.
¿Qué ha ocurrido en el José Alberto Pérez de Valera durante esas dos fechas?. Muchos dirán: Trujillanos FC perdió y la afición está molesta. Y claro, es una de las razones. Pero quien piense que esta es la única razón, también está equivocado y puede estar cometiendo una peligrosa ligereza.
No queremos que alguien pueda interpretar que estamos tratando de buscar excusas para explicar el mal arranque del amarillo y razón. Seguro hay razones, pero son otras y muy distintas a las que acá se exponen.
En el partido frente a Estudiantes de Mérida hubo un arbitraje tendencioso. Si, los videos lo muestran. Los hemos revisado una y otra vez antes de atrevernos a realizar este señalamiento en contra del cuerpo encargado de impartir justicia. Entre otra acciones, el video muestra de manera clara e inobjetable un penal no sentenciado por el juez principal Rafael López –uno de los mejores del país- y que de haber sido con justicia señalado hubiese permitido que el encuentro quedase como mínimo igualado. La molestia general quedó ahí, comprimida.
Llegó el partido contra Deportivo Táchira y aunque reconocemos que los aurinegros lo ganaron en la cancha porque supieron hacer las cosas y no cometieron los errores nuestros, también es importante hacer referencia a la actuación del juez Mayker Gómez. Quedaron muchas dudas. Sobre todo a la hora de amonestar con las tarjetas amarilla o roja. Mucha rigurosidad con los nuestros. Brazo menos firme con el rival.
Y por si fuera poco, se presenta el tema de la barra visitante. Es obligación brindar seguridad a los visitantes. Lo exigen las normas reguladoras. Pero muchas veces esos visitantes se amparan en que cualquier suceso perjudica al local y no a ellos, para ofender, vejar, provocar y hasta humillar a los aficionados de casa.
Es parte del fútbol, si. Pero es instinto básico del ser humano defenderse ante una humillación. Más, en su propia casa.
¿Qué hacer?. ¿Qué debe hacer la FVF?. ¿Qué debe hacer el Consejo de Honor?. ¿Hasta cuándo pueden los seres humanos reprimir sus instintos más básicos sin actuar?. ¿Acaso no debe existir algún mecanismo, alguna norma, que impida los cantos ofensivos, burlescos y groseros de la hinchada visitante?.
La afición trujillana está molesta. Se siente injustamente tratada por el arbitraje y ofendida por la permisividad. Todos los que hemos crecido en el mundo del fútbol hemos escuchado esta frase: la casa se respeta.
Caminamos sobre una delgada línea. Al borde de la cornisa. Con el dedo frotando el gatillo. La seguridad seguramente será reforzada. Trujillanos FC cumplirá su responsabilidad. La afición nuestra se comportará como es debido para no perjudicar a su equipo. ¿Qué harán los demás actores?. ¿Cómo se comportará el arbitraje?. ¿Se permitirán de nuevo los cantos grotescamente ofensivos de la hinchada visitante?. Que esos actores también cumplan su responsabilidad porque llegado un momento, los instintos básicos del ser humano buscan el respeto que las leyes y las actuaciones a veces no les dan. Y algo está claro en este deporte: la casa se respeta.
